Las orejas al lobo

Me dije a mí mismo hace poco que iba a dejar de ver las noticias en la tele y dejar de abrir Twitter para estar al día de lo que pasa en el mundo y, más concretamente, en España. Pero como soy muy tonto, no puedo evitar querer saber qué se está cociendo ahí fuera a nivel social.

Podría adoptar la actitud de pasar de todo y que cada mástil que aguante su vela… pero yo no soy así. Tengo trabajo y hace poco firmé el contrato “indefinido”. Ya sabemos lo que eso significa en realidad a día de hoy, pero lo cierto es que al menos tranquiliza un poco. Si secundé la pasada huelga general y acudí a la manifestación es porque considero que hay que movilizarse y mantenerse socialmente activo. Eso de que no vale para nada, no va conmigo. Lo que realmente no vale de nada y para nada es no hacer nada. Resulta evidente así expuesto, pero en las mentes de la gente debe estar explicado de otra manera, porque me da la sensación de que, aunque sí que hay movimiento en la calle, considero que es menor del que debiera.

El hecho de tener un puesto de trabajo no quita que tenga empatía por el que no lo tiene. Por otro lado, y esto es importante, estoy agradecido por tener trabajo ahora mismo y lo valoro por las circunstancias pero, que nadie se equivoque: mi responsabilidad y mi deber es no dejarme pisotear. Ahora más que nunca hay que luchar por defender nuestra dignidad. Muchos son los aprovechados que ahora ven una oportunidad para extorsionar a los trabajadores o cubrir ciertos puestos laborales a base de condiciones precarias.
Conmigo no cuentes para estarme calladito en un rincón.

Y dicho esto, espero que la gente empiece a comprender algo muy sencillo.

Con la cantidad de ERE´s que hay sobre la mesa y la cantidad de gente que está perdiendo el trabajo ahora mismo, las colas del paro no sólo se verán engrosadas, sino que el problema añadido es el tipo de gente que se va a ver sin empleo…
Hasta ahora, con el estallido de la burbuja inmobiliaria, los trabajadores que habían visto truncada su carrera profesional y laboral eran en su mayoría trabajadores de la construcción y adyacentes. De soslayo se podría decir que la gran mayoría era gente poco cualificada y sin estudios superiores. Esto le ha venido muy bien al gobierno, porque el vulgo no se moviliza: el vulgo llora y pide ayuda.

Ahora, que gracias a la reforma laboral se están cerrando negocios a más no poder, empieza a llegarle el turno a sectores más sensibles, como la banca, el turismo, el comercio, la tecnología, la medicina, farmacia, etc.

Lista de últimos ERE´s:

  

• NISSAN (1500 trabajadores)
• UPS (150 trabajadores)
• Telefónica Móviles (700 trabajadores)
• Unilever (Frigo) (268 trabajadores)
• Cepsa Quimica (90 trabajadores)
• ONO (1300 trabajadores)
• Orange (600 trabajadores)
• Zeta (531 trabajadores)
• Spanair (1100 trabajadores)
• Tau Cerámica (110 trabajadores)
• Easyjet (40 trabajadores)
• El Mundo (200 trabajadores)
• Central Lechera Asturiana (165 trabajadores)
• Lladró (250 trabajadores)
• Cegasa (240 trabajadores)
• Mercedes Benz (2.500 trabajadores)
• La Bella Easo (93 trabajadores)
• Pfizer (800 científicos)
• UGT denuncia despidos arbitrarios en ING Direct
• Marina d’or (801 trabajadores)
• ROCA (89 trabajadores)
• Diario ‘Qué!’(91 trabajadores)
• Diario 20 minutos (sobre unos 40 trabajadores)
• Ryanair (750 trabajadores)
• Arcelor (400 trabajadores)
• Citroen (800 trabajadores)
• Conservas Fernandez (31 trabajadores)
• Delphi (Barcelona) (800 trabajadores)                 
• Prometheus (459 trabajadores?                      +

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Alrededor de 15.000 trabajadores que pierden sus puestos de trabajo.

La gran pregunta que surge a continuación es ¿De dónde va a salir el dinero para mantener a tanta gente en paro? Yo no pienso decir que “son unos vagos, porque trabajo siempre hay”, tampoco creo que haya que recortar en los salarios de los que sí que tienen o tenemos trabajo y, ni que decir tiene que lo último que haría sería decir “Que se jodan”.

Lo único que, como ciudadano comprometido, podría llegar a exigir es que, ya que les voy a pagar su prestación por desempleo (que defenderé con uñas y dientes), lo mínimo es que se contagien de ese compromiso social.

Lo único que puedo decirles a todos aquellos que ni siquiera se plantean o se paran a pensar en la que se nos avecina, sería, ¿Es que no le veis las orejas al lobo? Cada día hay más parados y menos dinero para mantenerlos. Hasta ahora puede que se hayan quedado quietos en silenciosa mayoría.

Pero los que vienen detrás son personas con estudios superiores…
Diles a esos que se queden quietecitos en sus casas.

Verás qué risa.