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lunes, 5 de noviembre de 2012

Como decíamos ayer

...Si se me permite parafrasear a Fray Luís de León.
El tema de la educación da para una diatriba en constante actualización. Se podría crear un bucle conversacional en el que cabrían las contradicciones, la demagogia e incluso la redundancia. En este debate, cualquier tiempo invertido, está bien invertido.

Soy de los que piensa que un ciudadano con educación siempre será un ciudadano mejor. Las sociedades avanzan gracias a la mejora y dicha mejora siempre va de la mano del avance, la innovación y el conocimiento. Por tanto, para avanzar, innovar y conocer, hay que dedicar tiempo al estudio y a la adquisición de conocimientos.
Bajo ese punto de vista, estaremos todos de acuerdo en que un individuo  con más conocimientos, es una persona con más recursos y, por tanto, una persona con más recursos, siempre será una persona más comprensiva, más paciente y más razonable. No hay lugar al debate en cuanto a que esa es una gran inversión. E incluso creo que a un nivel antropológico el futuro de la evolución pasa por la búsqueda del conocimiento a niveles impensables ahora mismo.
Intentémoslo: ¿Y si la sanación espontánea tan asumida en películas fantásticas o de ciencia ficción y atribuídas a los alienígenas o a superhéroes lo extrapolamos a un conocimiento avanzado en medicina? ¿Y si aceptamos que un ser humano tenga conocimientos avanzados en medicina como base de su supervivencia diaria hasta el punto de poder autodiagnosticarse, automedicarse y curarse? Estaríamos ante un nuevo concepto de medicina y cambiaría el paradigma de "sanidad".
Para ello habría que iniciar un proceso de educación a largo plazo y, para ello, habría que iniciar un proceso de educación en el que se inculcase el valor de la inversión a largo plazo... y para eso habría que inculcar el valor de leer un puto libro.
Para ello nos habría venido muy bien establecer criterios constantes a la hora de imponer sistemas educativos.

Jamás hubo intención de establecer un sistema educativo que copiase al esquema finlandés, el primero en todas las estadísticas año tras año. Ni la hubo ni la habrá, deduzco. La pregunta del millón  sería "¿Nos interesa?" Y no me refiero al rédito, que es evidente que compensa. Hablo de si nuestra sociedad muestra interés en tener una Educación pionera y ejemplar.
"Como decíamos ayer", España siempre ha sido considerada como una nación "de servicios". Bares, restaurantes, discotecas, turismo, tiendas, toros, paella y fiesta. A nivel individual, en lo social o en lo personal, a cada uno le puede gustar más o menos: le puede molestar más o menos. De lo que no hay duda es que a nivel económico es indudablemente cierto. Hasta hace unos años habría incluído todo el tema inmobiliario, pero como ha estallado la famosa burbuja (tal vez porque basamos esa economía en vender nuestro propio producto a nosotros mismos), pues ya no cuenta. Mi teoría se refuerza al ver cómo fabricamos coches "nuestros" que son más caros que los mismos vehículos extranjeros de características similares. Otro punto a favor de mi teoría es ser el país con más horas de sol de la Comunidad Europea y no ser líder en paneles solares. Y lo dice un Técnico Especialista en Electricidad/ Energía Solar, estudiado por la rama de F.P. o lo que antes se llamaba "eso para tontos"...
Ahora lo han extendido a todos los adolescentes y lo han abreviado a E.S.O.

Aún recuerdo mis tiempos de estudiante y cómo nos inculcaban que había que estudiar. Para ser "alguien" hay que sacarse una carrera: "la que sea". Estudiar con el propósito de tener un buen y próspero futuro. Copia, engaña, pisotea... pero obtén el graduado. Con el papelito en la mano.
La Titulitis.

Lo que fallaba era el planteamiento, a mi modo de ver.
Está bien que se fomente que la gente estudie y que estudie "lo que sea". El problema fue prometer salarios abultados sólo por tener una carrera. El problema fue prometer buenos puestos de trabajo. El problema fue prometer grandes carreras profesionales. El problema fue prometer: fue poner una zanahoria delante y al mismo tiempo un gorro con orejas de asno.
Si somos un país de servicios tendrían que habernos vendido ser camareros muy cultos, electricistas muy sabios y peluqueros con gran oratoria. Tal vez con más educación habríamos aceptado eso.
...Y ahora quieren emprendedores.
¿Y por qué no cultura sin barreras? Como dogma.
Conocimientos, sí. Exámenes, no.
En Finlandia lo hacen en parte así y son los mejores en sistema educativo.

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