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domingo, 26 de mayo de 2013

Black Metal en Bergen




El Black Metal, para un seguidor del Heavy Metal, siempre es un reclamo turístico. Sobretodo si uno tiene la posibilidad de visitar una de las ciudades donde se forjó el movimiento.
El viajero elige una ciudad a visitar basándose en el interés que despierta ese destino en base a lo que conoce o quiere conocer de dicha localidad.
En mi caso, siempre he admirado a Noruega en el aspecto socio-económico, pero también en el político y cultural. Es un país que funciona en lo social porque los ciudadanos son lo más importante; sus políticos son responsables… pero, sobretodo, porque tuvieron la suerte de encontrar petróleo y eso les sacó de la pobreza y, aunque es evidente que descubrir petróleo ha ayudado a que la economía prospere, es la forma de gestionar esa riqueza lo que es digno de mi admiración. Toda la riqueza que genera, es gestionada por el estado.
No nos engañemos: en España, en la misma situación, el descubrimiento pasaría a manos privadas y los políticos meterían las manos.

Esa es la diferencia.

Los fiordos, las vistas, las actividades, la aurora boreal, el sol de medianoche, Sverd i fjell, Preikestolen… Es evidente que todos esos reclamos no me son desconocidos, pero sí lejanos, ya que no puedo permitirme disfrutarlos.

Kvitrafn
Lo que he de reconocer es que el Black Metal ha jugado un papel importante en la atención que le he prestado siempre a Noruega. No ha sido el todo, pero sí ha influido para que el interés se incrementase. Siempre me ha llamado la atención que un país que socialmente es tan avanzado, muestre interés por lo que el Black Metal expresa.
Y una ayuda fundamental fue la publicación fotográfica de Peter Beste. Tanto es así que mi cabecera de Facebook es una imagen que precisamente fue tomada en Bergen. Durante los días que he estado de visita en la ciudad he intentado encontrar ese punto exacto de forma incansable, pero no he conseguido dar con las coordenadas concretas. Nadie supo decirme el lugar exacto y además la ciudad cuenta con un paisaje arquitectónico que tiene mucho parecido. Esa calle podría estar en cualquier parte de la ciudad, ya que se extiende a lo ancho y abarca grandes cantidades de terreno. 



Gaahl
Lo más curioso que me sucedió fue nada más bajar del avión…
Lo primero que hicimos fue buscar el autobús que nos llevaría hacia el centro de Bergen, donde teníamos el hotel. Cuál fue mi sorpresa al mirar alrededor una vez estaba acomodado en mi asiento y observando las vistas, cuando crucé la mirada nada más y nada menos que con Gaahl. Ahí estaba: tres asientos detrás de mí y a mi derecha. Increíble.
Lo más curioso es que nos bajamos en la misma parada: Christies gate. Volvimos a cruzar las miradas al bajar del autobús. Él buscaba a alguien que, con el pelo largo y una camiseta de Death, probablemente le reconocería. Yo buscaba confirmar que era él.


Mi interés por la asociación entre Bergen y la música se limitaba a poder recrear la anterior foto de mi cabecera de Facebook y poder visitar la iglesia de Fantoft, aunque un souvenir en forma de disco o prenda no quedaba en absoluto descartado. Lo primero no pudo ser y la visita a Fantoft stavkirken era obligada. Impresionante. Originalmente construída en Fortun, Sogn en el año 1150 y trasladada a Fantoft en 1883. El resto de la historia que la acompaña es ya mítica. Lo que me llamó la atención es el increíble número de iglesias que hay en Bergen.
El asedio de la religión debió ser impresionante. Deduzco que de ahí que haya surgido un movimiento como el Black Metal. Casi por necesidad para protestar ante una invasión de ese calibre.

E.P. de Burzum. Aske

En cuanto a la música, pude acceder a alguna tienda y encontrar algo de Black Metal, aunque muy poco. Dado que los precios no resultaban atractivos para un turista español, decidí no adquirir nada. No logré encontrar nada que mereciese la pena y que no pudiese encontrar aquí a un precio más asequible.
Disfruté de alguna cerveza en míticos locales como Garage, justo al lado del hotel en el que nos hospedábamos y Apollon, justo al lado. Una tienda de discos que es bar y un bar que es tienda de discos. Una idea excepcional. 
Los precios, también noruegos, como es lógico.

Estoy casi seguro de que el tema del Black Metal es algo que en Noruega no se toma a la ligera y que seguramente quieren tener lo más controlado posible, ya que siempre es susceptible de atraer a alguien con interés en llamar la atención.
Lo que es innegable es que son conscientes de que despierta interés, ya que hace poco se obligó a los diplomáticos noruegos a aprender lo que es el Black Metal y la proyección que tiene éste género en el resto del mundo. Y eso es reconocer la importancia de algo.

Creo que no lo explotan lo suficiente. Al menos me esperaba más presencia de este género musical a pie de calle o cierto reclamo turístico. Lo usan como atracción y luego te encandilan con sus vistas.

Lo grande de Bergen es que la gente escucha Black Metal aunque no lo aparente. Para ellos es algo tan cotidiano como escuchar Rihanna o Bon Jovi, que tocaba precisamente el mismo día que nos íbamos.
Otra cosa que me llamó la atención es que el auditorio de la ciudad albergue conciertos de todo tipo de música. Es lógico que un edificio construido con la intención de que tenga la mejor acústica posible esté destinado a que se ofrezcan conciertos en él y, por tanto, cualquier género musical pueda disfrutar de la mejor acústica posible.
Otra cosa es que aquí sea absolutamente impensable.



Shame on me.

4 comentarios:

  1. Elvis, Stanley, Mozart... curiosos retratos ;))

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    Respuestas
    1. Nos gustó mucho esa mezcla sin tapujos de diferentes estilos. Sin complejo alguno.
      Lo que demuestra que los auditorios son para disfrutar de la música, sea del estilo que sea.

      Justo al lado había un cartel anunciando un concierto de Immortal, Behemoth, Cult of luna y Grand magus.
      50 euros al cambio.

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    2. Nos gustó mucho esa mezcla sin tapujos de diferentes estilos. Sin complejo alguno.
      Lo que demuestra que los auditorios son para disfrutar de la música, sea del estilo que sea.

      Justo al lado había un cartel anunciando un concierto de Immortal, Behemoth, Cult of luna y Grand magus.
      50 euros al cambio.

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    3. Nos gustó mucho esa mezcla sin tapujos de diferentes estilos. Sin complejo alguno.
      Lo que demuestra que los auditorios son para disfrutar de la música, sea del estilo que sea.

      Justo al lado había un cartel anunciando un concierto de Immortal, Behemoth, Cult of luna y Grand magus.
      50 euros al cambio.

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