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martes, 22 de enero de 2013

Suma y sigue



Menuda semanita que llevamos.
En realidad: menudo comienzo de año. La cuesta de enero se está haciendo pesada, pero no sólo porque no lleguemos a fin de mes, que después de las Navidades, todos sabemos que se torna complicado.
Es que la que está cayendo es pequeña.
Lo de Gürtel ya es otra burbuja que explota y le va a salpicar a todo el mundo. No quiero decir que vaya a dimitir cualquier imputado o pez gordo. Eso no va a pasar. Lo que quiero decir es que va a salpicar. Todos sabemos que rápido se limpian las manchas y siguen a lo suyo. Llevan haciéndolo desde hace años.

En lo que no voy a entrar al trapo es en la sospecha que me produce que haya sido un periódico como El Mundo el que haya destapado todo esto. Sabida es su simpatía por el Partido Popular. Aunque más sabida es la amistad de Pedro J. con Esperanza Aguirre. La que dimitió para seguir siendo funcionaria y que ahora, además, trabaja para una empresa privada. Esa.

El caso es que el lunes, al salir del trabajo, dejé en Twitter un comentario que se depositó en mi cabeza. No quise desaprovechar la oportunidad para tocar un poco las narices.


Aunque reconozco que me equivoqué (como el rey), así que no lo dudé un segundo y rápido di la cara para pedir disculpas.


En definitiva, que ayer lunes fue un día que dio para mucho, porque al mismo tiempo que se anunciaba una profunda investigación interna, se sabía que la Comunidad Valenciana tendrá que hacerse cargo de las deudas de sus tres ilustres clubes de fútbol: El Valencia, el Elche y el Hércules.
Ahora el opio hay que pagárselo seas o no adicto. Manda huevos.
Pero nada. No pasa nada. Total, un poco más, un poco menos… ya, ¿qué mas da?
Pero es que ayer también se dio a conocer que en el circuito de Castellón, ese donde los aviones ni despegan ni aterrizan, alguien grabó con su móvil un bólido circulando por sus pistas. ¿Y eso? ¿Quién osa usar un terreno particular para restregarnos su buena vida? Pero nada: no pasa nada Ellos tienen diversiones, igual que nosotros. Nosotros tenemos cine, televisión, libros, teatros, conciertos, etc.

Pero, lo mejor de todo, es que hay lugar para la esperanza.
Iván Fernández, corriendo el cross de Hiru Herri, ha dado una lección de deportividad que está dando la vuelta al mundo. Periódicos internacionales se están haciendo eco de lo que sucedió en la carrera en la competía. Su contrincante, creyendo haber acabado la carrera, frenó y comenzó a andar. Momento en el que Iván llegaba a la meta segundo.
En un acto reflejo, Iván redujo el ritmo y le indicó al keniata Abel Mutai que no había cruzado la meta y le condujo hasta la línea de llegada tras él.



Si un deportista tiene la capacidad para inspirar a la humanidad, imaginad lo que un político podría hacer.

3 comentarios:

  1. Ese Ivan sí es para destacar -en el fondo, el tío corría para competir y no estaba obligado a nada- y no lo del policía del metro, que en fondo está ahí para servir a la sociedad y -además- lo que hizo era de puro sentido común desde un punto de vista humano.

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  2. Hombre, el policía del metro también es digno de mención. Uno y otro son ejemplos a seguir. De hecho, el policía salvó una vida.

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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