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jueves, 15 de marzo de 2012

For the Loewe of God!


A día de hoy, con Internet, el libre intercambio de información y las redes sociales, ya no hace falta pagar por una cuña publicitaria. Es más, diría que el efecto virulento es mayor si no se vierte ningún dinero en la campaña en cuestión.
El último vídeo que se ha encargado de incendiar las redes sociales viene por la obra y gracia de Loewe, marca elitista donde las haya.
Les ha bastado con reunir a unos cuantos jóvenes “hijos de” (sin puntos suspensivos y entre comillas para hacer ver que sus padres son famosos) y rodar un vídeo con un par de frases superficiales, cuatro poses artificiales y el típico deje pijo, para lanzar una campaña difusora sin precedentes. Y es que el resultado ha sentado muy mal a la sociedad en general y a la juventud en concreto porque dicen no verse en absoluto reflejados.
Muchos son los insultos que se están llevando estos protagonistas. No es que vaya a dar un paso adelante en su defensa, pero creo que está un poco fuera de lugar lanzarles cubos llenos de improperios con la intención de mojar sus conciencias. Que en su mayoría, con asumida probabilidad, estos jovenzuelos no hayan pasado ninguna penuria en su vida y mucho menos dificultades económicas, no significa que sea moralmente cuestionable aprovechar su apellido para llevarse un pellizco y dejarse ver un poco.

Lo que me llama la atención es lo bien que le ha salido la jugada a Loewe… Que una marca tan elitista y reservada para unos pocos afortunados haya conseguido que se hable tanto de ella sin apenas invertir en publicidad, es un logro digno de elogio.
Tal vez ésta fuese su intención desde un principio o tal vez no. En ese sentido, habría que darle el beneficio de la duda tanto a la empresa anunciadora, como a la anunciante y sus expertos en marketing.
Lo que creo que es incuestionable es que la indignación de la ciudadanía no va a cambiar nada y, si lo hace, no va a ser hacer temblar los cimientos de una compañía de lujo. Puedo presumir que marcas como esta en cuestión no hacen expedientes de regulación de empleo… su negocio está a salvo, ya que los ricos no están en crisis.
Pero, sin duda alguna, no van a ver ningún tipo de presión que les fuerce a una situación delicada y es por una razón muy simple:
Los que no compraban en su tienda, bien por gusto o bien por inaccesibilidad, seguirán sin hacerlo y, los que sí lo hacían, se sentirán más impulsados a hacerlo que nunca porque su exclusividad se ha visto triunfalmente dilatada.  

2 comentarios:

  1. Como campaña publicitaria es un éxito rotundo, no es una casualidad, fuera de el indignante acontecimiento de gilipollas reunidos en un mismo fotograma, me atrevería a decir que incluso el momento de lanzar el anuncio ha sido meramente estudiado.

    Me refiero al ambiente "caldeadito" que se respira con lo de la reforma, la guerra abierta entre la casta política, banqueros hijos de puta, "millonetis" y los que nos comemos siempre la mierda...

    Quizás no y solo este desvariando...

    Tu blog un gran trabajo Alberto, me pasaré muy a menudo, recuerdos.

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    Respuestas
    1. Perdón por responder con tanto retraso, pero no he prestado la debida atención a los comentarios.
      Gracias por estar ahí, Nil.

      Supongo que la perspectiva con respecto a cuando escribí esta entrada, ha variado.

      Lo que no sabría decir es si la evolución ha sido hacia un lado u otro... Aunque nuestra situación no ha mejorado mucho.

      Todo igual, pero algo peor.

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