Para mi
primera entrada en este mundo del blog personal, prefiero hacer un texto sin
perspectiva ni fondo. De esta manera consigo diferentes cosas: primero,
estrenarlo, que es importante; segundo, dar a luz el blog en sí mismo y
esparcir mis palabras a nadie, porque no tengo seguidores aún; y tercero, poder
ver el blog y así ir pensando en qué cosas cambiar cuando aprenda a hacerlo. Resulta que dominar el arte de la configuración del diseño es algo que me cuesta bastante tiempo.
Ante
todo, he de presentarme y decir quién soy. Pues bien: no soy nadie. Soy otro anónimo.
Otro terminal más conectado a Internet y con el suficiente tiempo libre (de vez
en cuando) como para sentarse para encadenar palabras. Por otro lado, tengo la
suficiente arrogancia, autoconfianza y sabiduría como para ser consciente de
que encadeno las palabras mucho mejor que otras personas que viven de,
precisamente, encadenar palabras.
Lo que
no voy a decir nunca es que soy ecuánime, imparcial ni objetivo, porque no lo
soy.
Si algo quería dejar claro en el título del blog es precisamente que, cuando expreso una idea o pensamiento, lo que pretendo dejar claro es que en ella o él, lo que está plasmado es un proceso mental propio: personal y sólo en parte intransferible. Dichas ideas pueden estar basadas en otras o dar lugar a nuevas. Pero en ningún caso me apropiaré de ideas que no surjan de mis oportunas cavilaciones.
Si algo quería dejar claro en el título del blog es precisamente que, cuando expreso una idea o pensamiento, lo que pretendo dejar claro es que en ella o él, lo que está plasmado es un proceso mental propio: personal y sólo en parte intransferible. Dichas ideas pueden estar basadas en otras o dar lugar a nuevas. Pero en ningún caso me apropiaré de ideas que no surjan de mis oportunas cavilaciones.
La
frecuencia de las publicaciones dependerá siempre del tiempo del que disponga
para escribir, que últimamente es bastante poco. Por otro lado, no me
comprometo a seguir una pauta en cuanto a los temas a tratar. Si la inspiración
es política, social, religiosa o médica, sólo depende de las circunstancias.
Para
materias musicales, toda mi sabiduría está volcada en Metal4all, por lo que aquí
no diré nunca nada en ese sentido.
En
cuestiones prosaicas, me reservo el derecho de poder llegar a plasmar mis ideas
de forma más convencional y, ¿quién sabe?, tal vez algún día publique algo.
En cualquier
caso y para estrenar este modesto blog, acabo de batir un récord que desde hace
tiempo parece difícil de conseguir, y es escribir sin faltas de ortografía,
abreviaciones ni símbolos extraños a modo de expresión facial…
Esparcid
la palabra, invitad a vuestros vecinos, queridos o enemigos y que cualquiera se
empape de “Ésta es la mía”.
Bienvenidos
y gracias.
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