Podría
haber realizado muchas entradas durante estos días. No me faltan las ganas, la
verdad. Viendo cómo está el patio, bien podría realizar una entrada al día,
porque la realidad política y social de este país inspira de distintas maneras.
El
problema es que no tengo tiempo. Este es el primero blog que abrí, pero tengo
otros dos más activos y otro en letargo.
Tras
las explicaciones de María Dolores de Cospedal y el finiquito en diferido, me
entraron ganas de despotricar largo y tendido, pero ¿Para qué? No iba a conseguir
cambiar nada y todo se puede reducir a un simple concepto:
“Si ni siquiera eres capaz de prepararte esa explicación, es que tu arrogancia ha llegado al límite. Si te da igual qué o cómo decirlo, es que estás tranquila y, por tanto, estás insultado a toda una ciudadanía”.
“Si ni siquiera eres capaz de prepararte esa explicación, es que tu arrogancia ha llegado al límite. Si te da igual qué o cómo decirlo, es que estás tranquila y, por tanto, estás insultado a toda una ciudadanía”.
Lo malo
es que, efectivamente, no ha pasado nada. Nadie ha dimitido en el último año. Al
menos nadie de los que tendrían que haber dimitido. Y nadie lo va a hacer. Están
esperando a que los echemos.
Lo de Bárcenas
es un escándalo que está destapando las miserias que todos conocíamos. Y creo
que esto es sólo la punta del iceberg. Y barcos más grandes se han hundido por
culpa de la punta de un iceberg.
No se
cómo terminará, pero está claro que los políticos españoles están demasiado
ocupados, tratando de limpiar sus propias heces, como para intentar reflotar la
situación actual del país. ¿Que saldremos de ésta? Pues eso espero. Tardaremos
más o menos dependiendo de cómo se gestione toda esta crisis. Y la están
gestionando muy bien. Para sí mismos.
Y no
voy a entrar al detalle de lo que pienso de cada uno. Lo que es evidente es que
cada uno se mete solito en el pozo en el que está. Van desgastándolos uno a
uno: excepto a Soraya Sáez de Santamaría, que aguanta ese semblante serio y
aparece sólo para decirnos lo que el gobierno quiere que diga. Es la mensajera
que nadie mataría porque el mensaje sea mejor o peor.
Y hoy
se ha revelado que la tasa de paro juvenil en España supera el 50%.
Se supone que los que tienen que estar estudiando ya no
pueden estudiar porque sus padres no pueden pagar las tasas para que estudien.
Los padres no pueden pagar las tasas de los estudiantes
porque, o están desempleados o no llegan ni a pagar sus hipotecas.
Los jóvenes que han acabado sus estudios no pueden trabajar
porque no hay empleo y, los que hay, los quieren sus padres que tienen más
experiencia.
Los abuelos no pueden jubilarse porque sus nietos no pueden
acceder al trabajo y sus hijos están en el paro.
Resumiendo:
- Los jóvenes que se tienen que preparar para el mercado laboral no lo hacen porque no pueden acceder a los estudios que les prepararán, pero tampoco pueden trabajar;
- Los padres no pueden pagar los estudios de sus hijos, las hipotecas de sus casas y las pensiones de sus padres, porque o no tienen trabajo o tienen empleos de mierda;
- Los abuelos tienen que mantener a sus hijos y sus nietos con pensiones de mierda que de momento parece que las paga los pocos jóvenes y no tan jóvenes que tienen trabajo…
Y mientras tanto, los que se tienen que encargar de
gestionar el país, el trabajo, la justicia, el deporte, Hacienda, el Ejército,
la sanidad, la educación, los museos, la pesca, el litoral, el turismo, la
caza, la industria, las leyes…etc., se están dedicando a limpiar
desesperadamente la mierda que les llega hasta el cuello. Los mismos que no
saben gestionar un país están centrados en resolver sus propios problemas.
Bueno: puede ser que nos estén gestionando en diferido.
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